Ser un médico integrativo implica adoptar una visión holística de la medicina, donde se integra el conocimiento científico con una comprensión profunda del ser humano en sus múltiples dimensiones: física, emocional, mental y espiritual. No se limita a tratar síntomas o enfermedades aisladas, sino que busca restaurar el equilibrio y activar el potencial interno del paciente para alcanzar un estado de salud plena y duradera.
1. Unidad del Ser Humano: El médico integrativo reconoce que la salud no es solo ausencia de enfermedad, sino un estado de armonía integral en todos los niveles de existencia. El cuerpo, la mente y el espíritu están interconectados, y cualquier desequilibrio en uno afecta a los otros.
2. Activación del Potencial Interno: La sanación no proviene exclusivamente de agentes externos (medicamentos o intervenciones), sino de la capacidad inherente del organismo para autorepararse y evolucionar. El médico integrativo trabaja para activar estos procesos naturales, ayudando al paciente a reconectarse con sus atributos esenciales: amor, sabiduría, justicia y poder (según el método 4×4).
3. El Médico como Guía y Facilitador: Más que imponer tratamientos, el médico integrativo acompaña y educa al paciente para que comprenda las causas profundas de su enfermedad y participe activamente en su proceso de curación. La relación médico-paciente se basa en la confianza, el respeto y la empatía.
4. Prevención y Crecimiento Personal: La medicina integrativa no solo busca curar enfermedades, sino prevenirlas y fomentar el desarrollo personal. Cada desafío de salud es visto como una oportunidad para crecer, aprender y fortalecer el equilibrio interno.
5. Evidencia y Tradición: Aunque respeta los avances de la medicina convencional, el médico integrativo también valora las tradiciones ancestrales, la sabiduría popular y las terapias complementarias. La combinación de ciencia y prácticas milenarias crea un enfoque más completo y efectivo.
En lugar de solo administrar hormona tiroidea (como T4), el médico integrativa investiga las raíces emocionales y mentales del desequilibrio tiroideo. A través del método 4×4, ayuda al paciente a reducir el estrés crónico, despertar su fortaleza interna y activar la conexión entre la corteza prefrontal y el sistema límbico, facilitando una recuperación más profunda y estable.
Ser médico integrativo es, en esencia, ver al paciente como un ser completo, no como una suma de partes. Es entender que la verdadera curación ocurre cuando se restaura el equilibrio en todos los niveles del ser.