La neuroplasticidad del sistema nervioso y una salud equilibrada
Al igual que una plastilina, el cerebro también tiene la capacidad de ser moldeado; a esto se le llama plasticidad neuronal. La plasticidad neuronal es la capacidad que tiene el sistema nervioso de adaptarse a los cambios como resultado de la conducta y experiencia. Es decir, cuando nos comportamos o estamos pasando por circunstancias que a lo largo del tiempo se considera como un estrés, es porque el sistema nervioso está construyendo las conexiones que son las que determinaran que estén funcionando de esta u otra manera.
Álvaro Pascual-Leone lo comparó a un trineo que baja por una colina cubierta de nieve. Una vez que se baja de la colina es más fácil de desviarse o tomar cualquier ruta. Sin embargo, si pasas por el primer trayecto varias veces, empiezan a formarse unos surcos que terminan dificultando el que puedas desviarte. En el caso del sistema nervioso pasa lo mismo, si este recibe un estímulo repetidamente, llega un momento en que esas vías de comunicación se hacen como más rígidas y difíciles de cambiar.

Es por ello que, hoy en día al estudiar el comportamiento y la conducta de la persona, se llega a saber rápidamente el por qué algunos tienen comportamientos muy rígidos y difíciles de cambiar. Esto es debido a esta plasticidad que tiene el sistema nervioso de adaptarse a un comportamiento constante.
Niveles de adaptación del sistema nervioso

Neurotransmisores
Son sustancias y moléculas que forman la primera neurona, es decir, la que envía su estímulo hacia la dendrita. Ese neurotransmisor va y se une a la siguiente neurona que tiene ciertos sitios de unión que, cuando se une, las células siguientes crean un impulso eléctrico que lo transmite de una neurona a otra. De esa manera, las neuronas se comunican y al final llegan al órgano o músculo donde se produce el resultado final.
Si continuamente esa neurona está produciendo un determinado tipo de neurotransmisor se va uniendo a este punto de unión, como un camino que se va formando, es decir, si la persona está acostumbrada a actuar de una manera determinada, el cerebro tiene unas vías de producción de estímulos que hace que la persona tenga ese comportamiento final. Por lo tanto, si siempre produce los mismos neurotransmisores, tendrá siempre los mismos resultados.
Conexiones neuronales
Es el efecto que producen los neurotransmisores. El efecto o cambio que producen estos neurotransmisores es de milisegundos a minutos, es decir, es a corto plazo. Las conexiones, cuando la persona está actuando o pensando de una determinada manera, el cerebro suele crear unos determinados circuitos que son diferentes conexiones neuronales. Estas conexiones son los que hacen que, cuando la persona piense de una manera, se forme los circuitos y lleguen a un resultado final.
Sin embargo, si la persona deja de pensar o de actuar de esa manera, se forman nuevos circuitos y los anteriores se van desconectando. El nuevo comportamiento lo que hace es formar nuevas conexiones, pero si la persona repite ese comportamiento o pensamiento, llega un momento en que esos nuevos circuitos se forman o establecen de una manera permanente.


Genes
Cuando uno de los puntos donde se unen los neurotransmisores suelen ser proteínas, esas proteínas se producen o fabrican debido a que hay unos genes en el ADN que determinan qué tipo de proteínas se va a formar. Tal como dice la epigenética, el comportamiento o la influencia del medio externo determinan cómo los genes van a apagar o activar la formación de nuevas proteínas.
Lo mismo sucede con el estímulo que recibe la persona del exterior, va a hacer que esos genes se apaguen o se activen para producir un tipo de proteínas que pueden activar o modificar unos neurotransmisores. Es decir, el sistema nervioso se adapta a los cambios, costumbres y comportamientos que tenga la persona. Por ejemplo, si continuamente te levantas por la mañana y sigues una serie de rutinas y lo repites una y otra vez, el sistema nervioso crea unas vías neuronales que se producen automáticamente, y sin darnos cuenta, terminamos haciendo lo mismo, aunque hayamos pensado en cambiar el comportamiento.
¿Cómo podemos cambiar nuestro comportamiento?
Si se quiere cambiar el comportamiento se tiene que empezar a hacer acciones diferentes. Es por ello, que quienes estudian el comportamiento humano y la neuroplasticidad recomiendan que siempre hagamos cosas diferentes de las que estamos acostumbrados a hacer para que nuestro sistema nervioso llegué a crear unas nuevas conexiones.
Es más, estamos completamente seguros de que, el solo hecho de haber leído esta información hará que tu cerebro o sistema nervioso no sea el mismo de antes. Tus estímulos están generando y liberando unos neurotransmisores diferentes a los que estaban acostumbrados a producir. Estos se conectan y crean unos circuitos neuronales que antes no tenías. A la vez, ciertos genes se activan para poner en marcha las proteínas que van a favorecer la conexión de determinados neurotransmisores que facilitaran la modulación del sistema nervioso o cerebro para que se adapten a la información que estás leyendo.


Si eso lo repetimos una y otra vez (es válido para cualquier cambio de comportamiento), se constituirá en un hábito donde llegará el momento que se automatizará. Algo que se debe tener en cuenta es que esos cambios de plasticidad cerebral pueden ser favorables o no favorables. En el caso de que no sean favorables, podemos decidir cambiarlo por medio de cambiar nuestra conducta y experiencias. Para ello, debemos estar en ambientes que favorezcan lo que nosotros queremos, y, de esa manera, si somos constantes y permanentes, vamos a poder dirigir esos cambios.
Sin duda, los cambios positivos y favorables están en nuestras manos. Todo depende de las ganas de querer cambiar nuestro comportamiento y pensamientos. Si lo hacemos, nuestra calidad de vida mejorará. Así que, si quieres saber más del tema y cómo cambiar tus niveles de adaptación, no dudes en contactar con nosotros.