Cómo gestionar el remordimiento
El no lograr gestionar el remordimiento nos puede causar intranquilidad y perturbación que hace que perdamos nuestro equilibrio. Para ello, veremos 4 pasos que tienes que dar a tu ritmo para manejar adecuadamente el remordimiento.
4 Pasos para gestionar el remordimiento
1er paso: Reconocer
Normalmente, el remordimiento te hace ver algo que no hiciste bien. Sin embargo, algunas personas no lo reconocen, hasta que no se ven ante una imposición que le obliga a reconocer el acto.
El reconocer ayuda a admitir que no actuamos en coherencia y no debemos tratar de justificarnos o echar la responsabilidad sobre otros, sino más bien asumir nosotros mismos nuestra responsabilidad.


2do paso: Asumir la responsabilidad
Aquí debemos asumir las consecuencias de nuestras acciones y de todo lo que ha conllevado. El aceptarlo es el principio o la base de la transformación. Después de esto, buscamos la manera de reparar ese daño.
3er paso: Reconciliarnos
Si en este caso el daño se trata de una persona, lo que tenemos que hacer es reconciliarnos con ella. Hacer que la persona cambie la impresión que tenía de nosotros debido al daño que le hicimos, haciéndole ver que le hicimos daño, tal vez sin pensarlo o fue sin ninguna mala intensión. Además, que debido a eso tenemos un remordimiento y queremos que lo sepa y asumimos nuestra responsabilidad.
Si por el contrario, el daño no es con otra persona, lo que tenemos que hacer es reconciliarnos con nosotros mismos. Para eso, debemos darnos razones para llegar a la conclusión de que no somos perfectos y trataremos de aprender de la enseñanza que esta mala experiencia nos ha dejado.


4to paso: Repararlo
Una vez que le hemos hecho saber a la persona nuestra inquietud y que hemos logrado la reconciliación, debemos buscar la forma de reparar o compensar la situación.
Si no podemos repararlo, debemos comprometernos con nosotros mismos en que vamos a tener en cuenta lo mal que hicimos para que en el futuro no volvamos a repetirlo o no volvamos a caer en el mismo error.
Qué pasa cuando gestionamos bien el remordimiento
Cuando damos estos 4 pasos aprendemos a gestionar el remordimiento de una manera adecuada, y aprendemos también a asumir nuestra responsabilidad. Así, evitaremos que nos lleve a un estado de culpa, lo cual es mucho peor, ya que pesa más sobre nosotros mismos. A veces la culpa hace que las personas perjudicadas la perdonen del todo, pero esta persona no suelen aceptarlo y sigue sintiéndose mal por lo que hizo.
Por otro lado, cuando desarrollamos los 4 pasos, llegamos al arrepentimiento donde tomaremos la firme decisión de no repetir esa mala actitud o acción. Así que, recuerda que si ponemos en práctica los 4 pasos seremos más sensibles y estaremos más atentos a no cometer el mismo error. Como sabemos, la metanoia es la persona que tras percibir que ha estado cometiendo faltas decide transformar su personalidad, y tú también puedes hacerlo.
