Cuando damos estos 4 pasos aprendemos a gestionar el remordimiento de una manera adecuada, y aprendemos también a asumir nuestra responsabilidad. Así, evitaremos que nos lleve a un estado de culpa, lo cual es mucho peor, ya que pesa más sobre nosotros mismos. A veces la culpa hace que las personas perjudicadas la perdonen del todo, pero esta persona no suelen aceptarlo y sigue sintiéndose mal por lo que hizo.
Por otro lado, cuando desarrollamos los 4 pasos, llegamos al arrepentimiento donde tomaremos la firme decisión de no repetir esa mala actitud o acción. Así que, recuerda que si ponemos en práctica los 4 pasos seremos más sensibles y estaremos más atentos a no cometer el mismo error. Como sabemos, la metanoia es la persona que tras percibir que ha estado cometiendo faltas decide transformar su personalidad, y tú también puedes hacerlo.