Todo lo positivo irradia energía, en cambio, todo lo negativo absorbe energía. Cuando ayudamos al prójimo es la energía más positiva que podemos tener, y esto es producto de un amor incondicional.
Sin embargo, el servir al yo es negativo, ya que da lugar a las manifestaciones del ego que el impulso es suprimir, confundir, destruir, engañar, forzar, etc. Creando una necesidad de control, que puede llegar a tener un sentimiento de miedo, hostilidad, ira, vergüenza, culpa, inutilidad, desorden.
Por otro lado, el polo positivo abarca todo lo bueno o un amor incondicional. Se refleja ya sea en, empatía, bondad, agradecimiento, gratitud. La decisión de servir al prójimo conscientemente eso nos lleva al polo positivo, es decir, acelera la expansión a lo positivo.