La necesidad de dormir bien y las horas correspondientes a nuestra edad es una de las rutinas más importantes de nuestras vidas. Dormir correctamente nos asegura una salud neurológica y devuelve la capacidad de concentración a los niveles normales, pero de manera contraria, el tener una vida de estrés constante hace que el insomnio aumente nuestra presión arterial, tengamos problemas respiratorios y hasta problemas cardiovasculares, si no se trata a tiempo.
El problema que existe es que vivimos en un mundo donde debemos esforzarnos para llevar una vida en la que, al menos, tengamos lo indispensable, pero este esfuerzo y presión a veces crea un estilo de vida lleno de estrés y sufrimiento.