Los sentidos son los que nos guían y conectan con las emociones. Por ejemplo, cuando recibimos una información (estímulo) del exterior, ese estímulo va a producir en nosotros una emoción, la información que captamos llega al cerebro y es ahí cuando se activan las emociones.
Sin embargo, la información que nos llega del medio externo no es tal cual lo vemos, esto es debido a que el entorno está formado de energía y ondas electromagnéticas que nuestro cuerpo capta a través de los sentidos. Por ejemplo, si la información que nos llega del exterior es por medio de ondas luminosas (fotones), lo que van a hacer es estimular unos sensores o receptores que tenemos en la vista, al estimular esos receptores, transformaran esa información en corrientes o impulsos eléctricos que van por los nervios y llegarán al cerebro.
En cambio, si lo que nos llega son ondas sonoras (las ondas sonoras no van a estimular los receptores de la vista) estos estimularán los receptores del tímpano, de manera que estimulan el nervio auditivo para que la información llegue al cerebro.