El hígado graso y una salud equilibrada
El hígado graso es una acumulación anómala de ciertas grasas (triglicéridos) en su interior que causa inflamación y destrucción. Asimismo, es una grasa visceral que suele acumularse en los órganos. Con el tiempo, puede hacer que esas adipocinas vayan rompiéndose, creando un entorno inflamatorio.
Esa inflamación, en el caso del hígado es llamado hepatitis. Si esa inflamación persiste, llega un momento en que se forman estructuras fibrosas que hacen que el hígado se vuelva más duro y se convierta en cirrosis hepática.


El hígado graso y una salud equilibrada
La cirrosis hepática es cuando el hígado se ha reestructurado y ha reducido sus funciones (endocrina, hormonales, producción de bilis, etc.). Ante ello, cuando el problema continúa se forma un cáncer hepático. Como podemos ver, el tener un hígado graso nos puede llevar a tener una inflamación hepática, una cirrosis hepática o tener cáncer del hígado que es uno de los más frecuentes.
De hecho, se ha visto que 1 de cada 4 personas padecen de cirrosis hepática. Incluso, muchos no llegan a tener síntomas. Sin embargo, algunas manifestaciones son: tener resistencia a la insulina, diabetes tipo 2, aumento del diámetro abdominal, hipertensión arterial, etc.
Tipos de hígado graso
Antes se distinguía un hígado graso alcohólico y otro no alcohólico, pero hoy en día se considera como alcohólica y por disfunción metabólica.
- Hígado graso alcohólica: regularmente se da por inflamación y daños en las células del hígado que pueden causar fibrosis, así como también, cirrosis o cáncer de hígado.
- Hígado graso por disfunción metabólica: En este caso ocurre como consecuencia de un metabolismo anormal. Está asociada con la obesidad, colesterol alto y la diabetes.


Causas
- La primera causa es el aumento de la glucosa en la sangre. Lo que se debe al consumo de hidratos de carbono de alto índice glucémico o de fácil absorción (alimentos refinados, procesados)
- Otra de las causas que contribuye al hígado graso es el aumento de ácidos grasos saturados (omega 6, grasas trans, frituras). Ya que, cuando hay demasiado aumento de glucosa en la sangre, el páncreas libera demasiada insulina que termina bloqueando la lipolisis (quema de grasa), aumenta la formación de grasa, y hace que el hígado empiece a fabricar azúcar que finalmente se convierte en grasa por medio de una enzima. Luego, esa grasa se va depositando en los órganos y una parte se transforman en estrógenos, que van al sistema hormonal produciendo una alteración hormonal en la mujer (problemas en la regla, en las mamas, etc.) En el caso del hombre altera el funcionamiento de las hormonas masculinas (problemas en la próstata, sistema urinario, etc.)
- La obesidad también es un factor que favorece el hígado graso. Ello va acompañado de la mala alimentación y el consumo de alimentos procesados que contienen alto índice glucémico. Sobre todo, productos que contienen jarabe alto en fructosa, que es dañino para la salud. Por eso es importante saber qué consumes y leer las etiquetas de los productos procesados, ya que muchos contienen ingredientes que son dañinos y tienen alto índice de azúcar.
- El sedentarismo es otra de las causas que favorece el hígado graso por la falta de actividad física. Sobre todo, esto es más preocupante cuando la persona no tiene una alimentación balanceada, ya que el organismo va acumulando los azúcares y las grasas saturadas en el hígado.
- Por otro lado, el estrés crónico. Cuando una persona está estresada, el cuerpo actúa de 4 maneras. Una de ellas es que activa la neurogénesis. El hígado comienza a fabricar mucha azúcar, esa azúcar va a la sangre, activa la insulina y la insulina lo transforma en grasa. Como consecuencia, esa grasa se va depositando en las vísceras del organismo, entre ellas el hígado.


¿Cómo prevenir el hígado graso?
- Mantener una dieta equilibrada, saludable y sostenible. Entre ellas la dieta mediterránea y el plato saludable de Harvard.
- Evitar las grasas saturadas.
- No consumir en exceso las carnes rojas.
- Evitar las frituras.
- Restringir los hidratos de carbono con alto índice glucémico (sobre todo, los que contienen aporte de fructosa a través de bebidas azucaradas)
- Evitar todo tipo de aceites y grasas trans.
- Mantener el peso ideal.
- Hacer ejercicios y ser más activos.
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En conclusión, el problema de hígado graso es una epidemia que está afectando a un gran número de personas y una de las razones principales de este problema es por la forma desequilibrada de comer.
Es por ello, que en nuestro programa te enseñamos qué tipo de alimentos consumir de acuerdo al tipo de sistema nervioso dominante que tengas (simpático o parasimpático). Además, enseñamos a aplicar el plato saludable de Harvard para que tengan una alimentación equilibrada y saludable. Asimismo, que tengas un equilibrio de los alimentos macronutrientes y micronutrientes. Con ello evitarás tener hígado graso, mejorarás la salud intestinal y la salud en general. Así que, no dudes en contactar ahora mismo con nosotros que estaremos gustosos de ayudarte.
