Relación entre mente, cuerpo y entorno
Antes de hablar de relación entre mente, cuerpo y entorno queremos mencionar algunos puntos de vista. Por ejemplo: unos neurocientíficos han descubierto que cada emoción tiene su representación en el cuerpo. Eso lo percibimos en forma de sensaciones. Además, un científico llamado Penfield descubrió que había zonas en el cerebro que representaban a las diferentes partes del cuerpo.
Es así que, combinando esos dos hallazgos, hemos llegado a la conclusión de que el cuerpo nos habla y si le prestamos atención, pues vamos a poder percibir aquellos elementos que le perturban. De ese modo, podemos manejar mejor la situación.
Lo que se ha visto es que algunas emociones, cuando le añadimos un pensamiento, se vuelve un sentimiento. Si esos sentimientos son negativos, crean una perturbación en el cuerpo. Para ello, hay diferentes zonas en el cuerpo que reflejan esos sentimientos.
Por ejemplo, los miembros superiores suelen manifestar algunos sentimientos como la ira, ya que solemos moverlos como señal de molestia. Cuando tenga esa sensación desagradable en alguna parte del cuerpo, tiene que prestarle atención. Porque esa sensación se va a intensificar mucho.
¿De qué manera hay una relación entre mente, cuerpo y entorno?
Como hemos mencionado, la mente subconsciente (mente ejecutiva) si no está conectada con la mente consciente, va a poner en marcha las reacciones de huir, pelear o de quedarnos paralizados. Sin embargo, esto no pasa cuando las dos mentes están conectadas, no ocurre esa sensación desagradable y extraña que solemos sentir. Como la mente consciente, que es la mente inteligente, está allí al tanto, la mente subconsciente entiende que no hay amenaza, ya que la mente consciente está allí controlando la situación.
Entonces, automáticamente se somete a la mente consciente y es ahí que empieza a dirigir la situación. Asimismo, las hormonas de estrés que se activan cuando hay una amenaza, empiezan a desactivarse y las hormonas empiezan a producir hormonas de bienestar. Creando una sensación de placer, felicidad y de afecto.
Esas secreciones hacen que esa sensación desagradable que teníamos, que es la reacción del cuerpo a la activación del sistema de defensa, empieza a disminuir. Es ahí que el cuerpo empieza a tener su equilibrio, ya que detecta que no hay ningún peligro porque hemos desenmascarado ese pensamiento negativo. Solo pensamos en el aquí y el ahora.
Qué debemos entender para evitar malas reacciones
Lo que tenemos que entender es que, si nos acostumbramos a prestar atención a las sensaciones agradables, estas se van a multiplicar. Porque el subconsciente va a entender que el prestar atención a esa sensación, es muy importante para nosotros. A su vez, él desactivará todos los mecanismos de defensa. Y el cerebro liberará hormonas de bienestar y placer al cuerpo como: la dopamina, la serotonina, beta endorfinas, las citocinas, entre otras.
En conclusión:
Qué queremos decir con esto, que sí hay una relación entre las sensaciones corporales y los sentimientos o emociones que tenemos. Si nos acostumbramos a ser personas que nos centramos en los aspectos positivos de cualquier situación, si somos personas que buscamos el lado bueno de las cosas, automáticamente la mente subconsciente somete al consciente y entiende que no hay ninguna amenaza. Y aunque hubiese una amenaza real, si permitimos que nuestro sistema actúe consecuentemente como debe de actuar ante esa amenaza, pues vamos a salir airosos y no vamos a tener ese bloqueo que nos paraliza o esa acción que nos hace actuar de una manera alocada.
Así que, prestar atención al mensaje que transmite nuestro cuerpo, el centrarnos en los aspectos más favorables de las situaciones y el resistirnos a las emociones desagradables, nuestro subconsciente bloqueará esas amenazas y empezará a actuar.