No hay forma de describir lo motivador que es el hecho de recibir apoyo y de que alguien extienda una mano cuando estamos pasando un mal momento. Un abrazo, palabras de emoción o el simple hecho de escucharnos cuando tenemos un problema, son cosas de las que estamos agradecidos.
El ser humano fue creado para relacionarse con otras personas. La persona que se aísla comienza a tener muchos problemas. Necesitamos del otro para sentirnos realizados. El otro sirve de espejo, nos vemos reflejados en los demás.
Cuando tenemos buenos amigos, nos sentimos más felices. Eso es un hecho, y ayuda a que el cerebro libere endorfinas, así nos relajamos más, creando grandes lazos de amistad. Reduce la depresión y los sentimientos negativos.