El control del peso y una salud equilibrada

Para tener una salud equilibrada y controlar tu peso, nuestro organismo tiene células que contribuyen a ello. Por ejemplo, el cuerpo tiene en conjunto 10 billones de células que funcionan como una comunidad.

Cada célula es una representación de todo el organismo, es decir, es como si cada célula fuese un individuo.

Dentro de esa comunidad, cada célula tiene una función que desempeñar, lo que hace que el cuerpo tenga un equilibrio. Si no tiene ese equilibrio, entonces empiezan a aparecer otras reacciones que dan lugar a sensaciones de malestar.

Cómo se organizan las células en el organismo

¿Cómo se organizan las células para mantener una salud y peso equilibrados?

Todas las células se organizan en cuatro sistemas fundamentales que son: el sistema nervioso, sistema emocional, sistema inmunológico y el sistema hormonal. Esa comunicación que existe entre las células y las hormonas es como una conexión de internet. Las hormonas son las que llevan información de un lugar a otro.

Lo que hace que cada comunidad de células en cualquier momento tenga la información de lo que está sucediendo fuera de ella, y de lo que tiene que hacer. Lo que contribuye también, al equilibrio del organismo, tanto de la célula como de la comunidad.

Glóbulos rojos - Células de la sangre

El papel de la insulina y el metabolismo en el control del peso

La insulina es una hormona que participa de una manera importante en el metabolismo. El metabolismo es la capacidad que tiene el cuerpo de transformar los nutrientes en energía. La energía es lo que nos permite sobrevivir. La célula que deja de producir energía, muere, por ello cuando la persona empieza a sentirse con falta de energía, empieza a tener muchos problemas y dificultades para realizar sus actividades diarias.

El metabolismo, aparte de aportar la energía, es el que permite renovar constantemente cada célula. Al entrar nutrientes en cada célula, los utiliza obteniendo su energía y produciendo unos residuos que tiene que eliminar. Lo que produce un desgaste que hace que la célula necesite repararse.

Metabolismo e insulina en el control del peso
Asimismo, el conjunto de organismos es invadido por elementos extraños como los microorganismos que hacen que la célula sepa defenderse. Por otro lado, el metabolismo hace posible que la célula se pueda reproducir. Con todas las funciones que hemos mencionado, la insulina cumple un papel muy importante, ya que, si no tenemos insulina, no se puede realizar todas las funciones mencionadas. La insulina es la hormona del apetito porque es la hormona que activa los enzimas.

¿Qué pasa si la insulina baja?

Resistencia a la insulina en el control del peso

Cuando la insulina está en unos niveles muy bajos, impide que todas esas funciones puedan realizarse. Por ejemplo, como la insulina es la que permite el paso de los nutrientes a la sangre, si está baja, las células pasan hambre.

Por otro lado, el exceso de insulina también es perjudicial porque va a ser la responsable de que haya acumulación y crecimientos anormales de tejidos y órganos. De hecho, es la que favorece lo que llamamos inflamación silenciosa, ya que activa las hormonas pro inflamatorias.

Por ello, cuando hablamos de obesidad o de acumulación de grasas, la insulina cumple un papel importante en ello. Si no hay un exceso de insulina, no se puede acumular grasa. Todas las enfermedades crónicas que llevan a la aceleración del envejecimiento se deben al exceso de insulina. Con ello, podemos decir que la insulina es una hormona que tenemos que conocer para que se mantenga en los niveles adecuados, ya que si se tiene muy bajo o alto crean problemas de salud. 

Situaciones que están bajo nuestro control que influyen en los niveles de insulina

La alimentación. Cuando consumimos exceso de alimentos que proceden de la tierra, como los hidratos de carbono (menos las verduras) cuando llegan al organismo, se convierten en azúcares o glucosa. Cuando aumenta la glucosa en la sangre hace que rápidamente el páncreas libere insulina.

Por otro lado, lo que hace que la persona tenga hambre es cuando los niveles de azúcar empiezan a bajar. Asimismo, cuando hay demasiada azúcar o una comida tiene demasiada azúcar, y el organismo no lo necesita para producir energía, este lo guarda en forma de glucógeno, es decir, en el hígado y músculo. De modo, que la insulina le dice al azúcar que se transforme en grasa (triglicéridos) y esa grasa se acumula en el tejido graso para que cuando no haya alimento, el organismo utilice esa grasa para tener energía en el caso que ya no tenga lo que había acumulado en forma de glucógeno. Sin embargo, esa reserva es de muy corta duración. 

Alimentación saludable para un mejor control de peso

La alimentación sí importa

Es importante consumir alimentos no refinados, si son integrales mucho mejor. Por ello, para que tu organismo esté bien, y tenga los niveles adecuados de azúcar y no estén acumulando grasa, tienes que acostumbrarte a comer alimentos con índice glucémico bajo. Por ejemplo, las hortalizas.

El peso lo vamos a condicionar según las cantidades de índice glucémico. Cuando el cuerpo ya está muy acostumbrado a producir mucha insulina se va a producir lo que llamamos la resistencia a la insulina. Más conocido como diabetes tipo 2, que es justamente lo que debemos evitar.

Por lo tanto, es importante que la persona sepa qué comer, reducir los hidratos de carbono y tener en cuenta el índice glucémico de cada comida para evitar acumular grasa de más. Asimismo, evitar desequilibrar la insulina con altos índices de azúcar.