¿Alguna vez te has preguntado cómo sabe nuestro cerebro que ya es hora de dormir? La respuesta es muy sencilla. Nosotros tenemos, por así decirlo, programaciones de nuestro ritmo diario. Entre esa rutina, tenemos el sueño. Nuestro reloj biológico determina y controla nuestro ritmo de sueño todos los días.
Cuando el día llega a su fin, una hormona llamada melatonina comienza a producirse. Esta hormona, junto con la presencia de la oscuridad, nos induce a dormir.
Por otro lado, la presencia de la luz de un nuevo día, activa todas nuestras funciones. Este ritmo del que hablamos, varía de acuerdo a la edad y a cada rutina personal. Por ejemplo, en el caso de los jóvenes y los adultos, muchos prefieren dormir tarde y levantarse tarde, mientras que, en el caso de las personas mayores, prefieren acostarse temprano y se levantan temprano. Lo cierto es que, conforme pasa el tiempo, nuestro horario de sueño disminuye.