Resumen 2: Este dolor no es mío
Anteriormente hemos podido ver cómo todo está conectado y nada está separado. Nuestra historia no está separada de la historia de nuestra familia, al igual que la historia de nuestra familia no está separada de la nuestra. Aunque revivimos cosas no resueltas, también tenemos la capacidad de liberarlos y crear algo nuevo, libre del cautiverio. Sin duda, en este proceso de liberación hay diferentes reacciones en cada persona, ya que cada uno necesita un proceso distinto.
Por ejemplo, en el capítulo anterior en el caso de Carol, con el solo hecho de relacionar su lenguaje nuclear con el trauma familiar, ello fue suficiente para empezar a sanar. Su cuerpo reaccionó con temblores como si éste se estuviera sacudiendo del pasado. Sin embargo, hay otras personas que necesitan completar esa conciencia con algún ejercicio, visualización o con alguna experiencia que alivie más el cuerpo.
Ejercicio de sanación
El autor Mark Wolynn nos ofrece algunas frases sanadoras que nos ayudaran en este proceso de curación. Pero antes, nos invita a realizar un ejercicio. Para ello necesitas tu queja nuclear que son tus preocupaciones, luego los descriptores nucleares que son esos adjetivos con los que defines a tus padres, asimismo, necesitas la frase nuclear que describe el peor de tus miedos, y, por último, tu trauma familiar que representan los sucesos familiares ocultos en tu lenguaje nuclear.
Ahora, escribe el lenguaje nuclear que al pronunciarlo en voz alta tiene la mayor carga emocional, es decir, el que te produce más emociones o sensaciones. A la vez, escribe también el trauma o hechos traumáticos y haz una lista de todas las personas que afectó este trauma, por ejemplo, pueden ser que afectó a tus padres, abuelos, tíos, hermanos u otra persona ajena a la familia que se le condena por haber hecho daño a la familia, etc.
Por consiguiente, mientras escribes, describe las imágenes que visualizas en la mente, ya sea lo que pudieron sentir o vivir esas personas que es justamente en cómo reacciona tu cuerpo cuando piensas en ello. Además, analiza a qué miembro te sientes más atraído, más arrastrado emocionalmente y en qué parte de tu cuerpo lo sientes (sueles tener síntomas o es más sensible habitualmente).
Luego...
Coloca la mano en esa parte del cuerpo y respira; visualiza los familiares que están presentes en ese hecho y diles estas palabras: “Tenéis importancia, voy a hacer un gesto significativo en vuestro honor, que de este trauma y sufrimiento saldrá algo bueno. Voy a vivir mi vida de la manera más plena, sabiendo que esto es lo que queréis para mí”.
Estas palabras utilizadas en la visualización pueden ser palabras elegidas por ti y directamente que conecten contigo, de hecho, las palabras adecuadas te pueden liberar del vínculo ý lealtades inconscientes y poner fin al ciclo de traumas heredados. No olvides que estas palabras sanadoras han de resonar dentro de ti, no todos utilizan las mismas palabras y no todas causan el mismo efecto.
Por ejemplo, el caso de James, solo le bastó con expresarle a su tío Calling que desde los 19 años tenía temblores y no podía dormir. Le dijo que a partir de ahora viviría en su corazón y no en su insomnio. Mark le hizo visualizar que ese miedo no era suyo y que era hora de soltarlo.
James derramó lágrimas y se relajó; su sanación de consuelo solo fue suficiente con hablar con su tío, su cuerpo reaccionó y liberó algo muy profundo dentro suyo, cabe recalcar que esto fue una conversación imaginaria, pero suficiente para James se sienta bien. En ese momento, el cerebro con la imaginación activó las mismas zonas cerebrales como lo hubiese tenido al frente.
Ejemplos de frases sanadoras del libro " Este dolor no es mío"
A continuación, veremos algunos ejemplos de frases sanadoras extraídas de otros casos de pacientes de Mark Wolynn.
- Un hombre inconsciente sufría el mismo aislamiento que su abuelo, quien había sido rechazado por la familia. La frase sanadora que utilizó fue: “También he sufrido estar aislado, y me doy cuenta de que este sentimiento no es mío. Sé que no quieres esto y para ti es una carga verme así; viviré conectado con las personas que me rodean y lo haré en tu honor”.
- Una mujer compartió la infelicidad, desdicha y fracasos de su madre y abuela con las relaciones de pareja. La frase sanadora que utilizó fue: “Madre, dame tu bendición para que sea feliz con mi marido a pesar de que tú no lo hayas sido con el tuyo; disfrutaré en vuestro honor y veréis que soy feliz”.
- Una joven con mucha ansiedad que su madre murió durante el parto, utilizó esta frase sanadora: “Cuando tenga ansiedad sentiré que tú me sonríes, que me das tu apoyo y bendición para que esté bien conmigo misma y sabré que eres feliz”
El propósito de las frases sanadoras es que te ayuden a sentirte bien, te den una sensación de integración y de conexión contigo misma. Es muy probable que sientas una leve relajación debido al nuevo entendimiento, aunque cada persona procesa su sanación de diferente manera, esto no significa que, por sentir unas cosas diferentes a otros, la sanación ha tenido menos efecto. Lo más importante es conocer tu lenguaje corporal y saber cómo tu cuerpo o tu interior ha cambiado.