¿Qué es la glucosa?
La glucosa son azúcares contenidos y transportados por la sangre. Este concepto también es conocido como azúcar en sangre. Cuando hablamos de azúcar en la sangre, no se debe confundir con el azúcar de mesa, ya que no son lo mismo.
¿Para qué sirve?
Debemos recordar que todo nuestro cuerpo está conformado por células (células adiposas, células óseas, células nerviosas, células del cartílago, células secretoras, células musculares, células epiteliales, células sanguíneas) independientemente de la función de cada célula, estos diminutos seres vivos requieren de energía para cumplir su función, es decir, requieren de ser alimentadas. He ahí la importancia de incorporar glucosa en la sangre.
Por lo tanto, la glucosa en sangre es la energía que nuestro cuerpo necesita para poder funcionar, tanto a nivel físico como mental. De otra forma, nos sentiremos mentalmente cansados, con poca coordinación de ideas y con un sistema nervioso alterado. Desde el punto de vista de la actividad física nos sentiremos fatigados y agotados.
Carbohidratos
Los alimentos que contienen glucosa se le denominan carbohidratos (también son llamados carbohidratos de carbono, glúcidos, sacáridos o simplemente azúcares). La forma en cómo se presentan en nuestros alimentos, es decir, si los carbohidratos están unidos o separados, se les da la siguiente clasificación:
- Carbohidratos simples: es cuando los azúcares vienen separados unos de otros. Se refiere a alimentos que se digieren y se procesan rápidamente, es decir, pasan a la sangre de manera enseguida, aportando energía inmediata a nuestro organismo (células).
Ejemplo de estos alimentos son: chocolate, mermelada, miel, frutas, bebidas, harina no integral, azúcar de mesa y todo tipo de golosinas y dulces en general. Es por ello, que cuando se consume uno de estos alimentos, pasa directo a la sangre.
- Carbohidratos complejos: son aquellos alimentos que tardan más en ser digeridos, puesto que primero nuestro organismo tendrá que separarlos hasta convertirlos en carbohidratos simples. Por lo cual, el proceso para que llegue glucosa a la sangre, y por consiguiente a nuestras células, será mucho más lento.
Una vez teniendo claro estas dos clasificaciones, debemos decir que a nuestro cuerpo no le da lo mismo que nos alimentemos de cualquier carbohidrato, pues hay que tener presente las siguientes consideraciones: que nuestras células también requieren de proteínas, vitaminas y minerales. Nuestro aparato digestivo requiere de fibra para poder limpiarse por dentro, y, además, nuestro cuerpo también necesita agua o líquidos. Es por ello, que al momento de consumir un carbohidrato es mejor elegir un carbohidrato que nos entregue un aporte de nutrientes más completo que solo azúcares.
¿Cómo funciona este proceso?
Todos los carbohidratos que se comen son digeridos en el estómago y convertidos en glucosa. Cuando este pasa al intestino, este la absorbe y la conecta con la sangre. Una vez en la sangre, la glucosa es transportada a todos los tejidos y órganos de nuestro cuerpo, y, por ende, llega a todas las células. Las cuales absorben esta glucosa con la ayuda de una hormona llamada insulina.
Pero, ¿qué pasa con los desbalances de la glucosa? Si ingerimos la cantidad adecuada de alimentos, estaremos en equilibrio. Sin embargo, si ingerimos muchos carbohidratos, nos volveremos obesos y si ingerimos pocos carbohidratos, nos desnutrimos.
A estos azúcares en nutrición también se le conoce como calorías y cada alimento posee cierta cantidad de estas calorías. Sin embargo, al consumirlas debemos tener en cuenta que cada persona tiene necesidades calóricas distintas. Es por ello que, las calorías se deben consumir de acuerdo a la edad, peso, altura, sexo y actividad física de cada persona (niño, hombre, mujer o persona que practica deporte, etc.)
¿Cómo se asigna la glucosa en el cuerpo?
Supongamos que consumimos calorías en exceso, la glucosa una vez que está en la sangre se dirige primero a los órganos que necesitan energía inmediata. Por lo tanto, serán aquellas células que primero se alimenten. Una vez que todas células se hayan alimentado, el resto de energía irá al hígado y a los músculos del cuerpo. Si aún quedaran sobrantes de glucosa, entonces estas, se convertirán en grasa, la cual se acumulará debajo de nuestra piel en todo nuestro cuerpo.
Enfermedades relacionadas con la glucosa
La insulina es una hormona producida por el páncreas. Si el páncreas no genera demasiada insulina, muchas puertas de nuestras células quedarán cerradas. Por lo tanto, la glucosa no podrá entrar y esas células no recibirán alimento.
En este proceso intervienen tres elementos: la célula, la glucosa y la insulina. Si no hay llave o insulina, la glucosa no podrá entrar a la célula. Si hay llave o insulina, la glucosa sí podrá entrar a nuestra célula y, por ende, podrá alimentarse.- Diabetes: exceso de azúcar o glucosa en sangre sin poder entrar a las células. Entre ellas hay tipo 1, tipo 2 y gestacional.
- Hipoglucemia: poco azúcar en la sangre. Ocurre generalmente en personas con diabetes a consecuencia de los medicamentos utilizados para controlar la diabetes. Es decir, estos producen un exceso de insulina, lo que ayudará que gran parte de la glucosa entre a las células, dejando así poco azúcar en la sangre.
También ocurre en personas sin diabetes, aunque es poco frecuente. Mayormente, las causas son: medicamentos, exceso de alcohol, enfermedad grave, extrema producción de insulina o problemas hormonales.
En conclusión, la clave para mantener nuestra glucosa y nuestro organismo en equilibrio es manteniendo una alimentación saludable, aprender qué alimentos y qué cantidad debemos consumir para evitar ciertas enfermedades.
Así que, si deseas saber más del tema, no dudes en contactar ahora mismo con nosotros. Empieza a mejorar tu cuerpo y tu salud.