Mente y salud equilibrada
La mente es algo intangible que no podemos ver ni tocar. Es una función del sistema nervioso, pero se concentra donde hay más neuronas, es decir, el cerebro. Esto puede ser así porque la mente es la función del sistema nervioso, es la que interpreta las señales que el sistema nervioso recibe (tanto del interior como del exterior del cuerpo) y decide qué hacer con esas señales. El cuerpo está muy estrechamente relacionado con la mente.
Los síntomas de malestar que tenemos sin una señal de que hay un conflicto entre el cuerpo y la mente. Así que lo que el cuerpo hace es expresar de una manera clara de ese malestar, en forma de síntomas, en formas de sensaciones molestas. De ahí el dicho que dice que el cuerpo grita lo que la boca calla.
La mente y el cuerpo están muy estrechamente relacionados y se influyen mutuamente, de alguna manera muy poderosa, una sobre otras. Los problemas del cuerpo pueden afectar la mente y los problemas de la mente los del cuerpo.
¿Qué sucede en la mente y el cuerpo?
Podemos decir que las sensaciones corporales son los lenguajes que utiliza el cuerpo y es una forma de avisarnos para que podamos crear una coherencia entre esos noveles de organización de nuestro sistema. Hoy en día se han desarrollado muchas técnicas que ayudan a manejar esa incoherencia.
Esto hacemos en nuestro grupo. Enseñamos a las personas a crear una coherencia entre la mente y el cuerpo. Los pensamientos influyen de una manera poderosa en el cuerpo y crean nuestra realidad. Hay un efecto que se llama el efecto primado, si nos centramos en un pensamiento, ese pensamiento crea nuestra realidad.
Como cuando vamos vestidos de un determinado color, empezamos a ver a muchas personas vestidas de la misma manera o cuando tenemos un coche de un determinado color o marca y modelo, cuando salimos a la calle comenzamos a ver a muchas personas con el mismo coche.
Podemos decir que, si tenemos pensamientos positivos, estos van a influir de manera poderosa a que las reacciones del cuerpo sean también muy agradables. Pero si los pensamientos son negativos, van a crear esa incoherencia entre la mente consciente y la subconsciente. Así podemos decir que los pensamientos pueden modificar nuestro estado de bienestar.
Como cuando vamos vestidos de un determinado color, empezamos a ver a muchas personas vestidas de la misma manera o cuando tenemos un coche de un determinado color o marca y modelo, cuando salimos a la calle comenzamos a ver a muchas personas con el mismo coche.
Podemos decir que, si tenemos pensamientos positivos, estos van a influir de manera poderosa a que las reacciones del cuerpo sean también muy agradables.
Pero si los pensamientos son negativos, van a crear esa incoherencia entre la mente consciente y la subconsciente. Así podemos decir que los pensamientos pueden modificar nuestro estado de bienestar.
Patrones en la mente
Nuestro cerebro está diseñado de tal forma que cuando se establece un patrón se constituye como una creencia, y eso es lo que condiciona a una persona. Por eso, todas las vivencias y formas de pensar de cuando teníamos 7 años, la edad en la que todavía el subconsciente absorbía todo sin ningún filtro, se convierten en nuestras creencias cuando crecemos.
A menos que no tomemos conciencia de esto y decidamos cambiar esas creencias, que son programas de la mente subconsciente que están directamente relacionadas a las reacciones fisiológicas de nuestro cuerpo, no podremos mejorar nuestra vida. Por eso, si las creencias son negativas, la mente induce al cuerpo a que actuemos de forma que creamos esa realidad.
Hay que trabajar para lograr esa coherencia entre ambas fases de la mente y entre la mente y el cuerpo. Aunque adquiramos mucha información en nuestra mente consciente, pero no está plasmada en el subconsciente, entonces no habrá ningún buen cambio. Aquí encontrarás más información sobre la relación del cuerpo, la mente y tu salud.